Estudios e intervenciones con parejas en crisis han permitido identificar una serie de fallas críticas en la comunicación, las cuales no solo afectan la interacción con los demás sino también con uno mismo:
1. Ser excesivamente crítico
Pocas cosas resultan tan molestas como sentir que alguien te dice cómo deberían ser las cosas o qué se debe hacer para que funcionen mejor, incluso si tienen razón. Esta actitud genera un gran malestar y provoca un deseo fuerte de hacer justamente lo contrario. La persona que se dedica a corregir constantemente se convierte en una carga, generando reacciones emocionales de evasión o confrontación y apagando cualquier deseo de mejorar.
" Imagina que tu pareja intenta cocinar una nueva receta. Mientras prepara la comida, constantemente le corriges la forma en que pica las verduras o la cantidad de especias que utiliza. Aunque tus consejos puedan ser útiles, esta actitud lo único que provoca es irritación y desmotivación, haciendo que tu pareja pierda el interés en la actividad."
2. Culpar
El acto de culpar a alguien puede transformar su sentimiento de responsabilidad en una sensación de legítima defensa, despertando respuestas emocionales de rebeldía. Estas respuestas anulan la culpa inicial y generan el deseo de huir o contraatacar.
Llegas a casa y notas que está desordenada. Inmediatamente le dices a tu pareja: "Esto es tu culpa, nunca limpias nada." Aunque puede que haya algo de verdad en tu comentario, tu pareja se siente atacada y, en lugar de sentirse motivada a colaborar, se defiende diciendo: "¡Tú tampoco haces nada para ayudar!"
3. Hacer reproches
Quien reprocha se coloca en el papel de víctima, usando su dolor para inducir cambios en la persona que ha cometido un error. Sin embargo, esto suele tener el efecto contrario, ya que la pareja se enfada y puede volverse aún más opresiva. Como señala Maturana: "No son los tiranos los que crean a los oprimidos, sino al revés." Es decir, al asumir el rol de víctima, automáticamente conviertes al otro en tu verdugo. Este tipo de dinámica de comunicación enferma solo aumenta la sensación de victimización y provoca mayor rechazo o agresión.
Le dices a tu pareja: "Siempre me dejas solo/a cuando más te necesito, nunca estás ahí para mí." Aunque esto puede expresar tu dolor, tu pareja podría sentirse atacada y reaccionar a la defensiva: "¿Y tú crees que a mí no me pasa lo mismo? ¡Siempre piensas solo en ti!"
4.Dar sermones
Establecer lo que es moralmente correcto o incorrecto y criticar el comportamiento ajeno con base en ello provoca el deseo de transgredir esas normas. El sermoneo, que suele incluir críticas, reproches y correcciones, es la fórmula perfecta para una conversación desastrosa.
Tu pareja llega tarde a casa y, en lugar de expresar tu preocupación, le das una charla sobre la importancia de la responsabilidad y el respeto al tiempo de los demás: "Llegar a tiempo es una muestra de respeto. Las personas adultas saben gestionar su tiempo." Este tipo de sermones no solo pueden resultar molestos, sino que pueden generar en tu pareja la necesidad de rebelarse contra ese mensaje.
5. Decir "Te lo advertí
Esta frase genera irritación y enojo de inmediato. Cuanto más emocionalmente involucrados estamos, más insoportable resulta escuchar un "Te lo dije" después de que algo sale mal. Variaciones como "yo ya lo sabía" o "no me quisiste escuchar" también aplican. Si ya me siento mal por haber cometido un error, que alguien me lo recuerde solo aumenta mi frustración y convierte a esa persona en el blanco de mi ira.
Tu pareja pierde las llaves porque las dejó en un lugar inseguro. En lugar de ofrecer ayuda, le dices: "Te lo dije, siempre te digo que las dejes en su sitio." Este comentario solo añade sal a la herida, aumentando la tensión entre ambos.
6. Lo hago solo por ti
Esta frase hace que el otro se sienta en deuda y lo obliga a aceptar un gesto "generoso" que lo hace sentirse inferior. Provoca irritación y una ambivalencia emocional: debería estar agradecido, pero ¡yo no lo pedí! Esta declaración rompe la regla de no reclamar lo que hacemos por los demás. Un acto altruista que se declara se convierte en una maniobra egoísta.
Decides quedarte en casa en lugar de salir con tus amigos para pasar tiempo con tu pareja. Más tarde, en una discusión, le dices: "Me quedé en casa solo por ti." Aunque la intención era buena, este tipo de comentarios hacen que tu pareja se sienta culpable y en deuda por algo que en realidad no pidió.
7. Deja, ya lo hago yo
Aunque parece un gesto amable para salvar al otro de su torpeza, en realidad lo que transmite es: "Déjame hacerlo porque tú no eres capaz." Este mensaje oculto socava la autoconfianza de la otra persona, envenenando incluso las mejores intenciones.
Tu pareja está intentando arreglar algo en casa, pero parece tener dificultades. Intervienes diciendo: "Deja, ya lo hago yo." Aunque puede que quieras ayudar, tu pareja podría interpretarlo como una falta de confianza en sus habilidades, generando resentimiento.
8. Criticar con elogios
Consiste en elogiar al otro solo para luego agregar que podría haberlo hecho mejor: "Sí, está bien, pero podrías haberlo hecho mejor." Esta es una receta segura para generar conflictos, incluso cuando las cosas marchan bien.
Tu pareja limpia la casa y tú le dices: "Sí, quedó bien, pero si hubieras barrido también la entrada, habría quedado perfecto." Este comentario, aunque incluye un elogio, pone el foco en lo que no se hizo en lugar de en el esfuerzo realizado.
Si alguien quiere deteriorar su relación, solo necesita usar alguno de estos métodos. Como dijo Paul Watzlawick en su "Teoría de la comunicación" hace más de cuarenta años, al comunicar no importa solo el contenido, sino cómo lo decimos, ya que esto puede amplificar, reducir o transformar su impacto. Las razones y las emociones no siempre van de la mano; de hecho, suelen estar en conflicto. Lo más importante es recordar que, en la mayoría de los casos, la razón pierde y la emoción gana.
Para más información sobre estos errores en la comunicación de pareja, consulta "Corrígeme si me equivoco" de Giorgio Nardone.
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